Biodisponibilidad mejorada:
La biodisponibilidad mide la eficiencia y la velocidad a la que el CBD se absorbe en el torrente sanguíneo, determinando tanto la cantidad utilizada como la tasa de absorción. El CBD hidrosoluble ofrece tasas de absorción significativamente más altas en el cuerpo con una vía directa al torrente sanguíneo. Cuando se consume, el aceite de CBD nano puede ser absorbido rápidamente a través de las membranas mucosas de la boca, el esófago o el revestimiento del estómago para un resultado más eficaz.

Evitar el metabolismo de primer paso requiere menos material para ser eficaz:
Dado que el CBD hidrosoluble puede eludir los procesos metabólicos del hígado, limita de forma natural la degradación o excreción del CBD, permitiendo una mayor absorción del CBD que puede reducir los requisitos de dosificación. Al permanecer intacta y biodisponible una mayor proporción del CBD activo, se puede garantizar una dosis más eficaz y predecible, al tiempo que se reduce el coste del material, ya que se necesita menos cantidad para conseguir los efectos deseados en la fabricación del producto final.

Absorción más rápida en el torrente sanguíneo:
Debido al pequeño tamaño de sus partículas, el CBD hidrosoluble puede disolverse fácilmente en la bicapa lipídica de la membrana y entrar en la circulación sistémica. Como sabemos, el tamaño nanométrico del CBD aumenta la biodisponibilidad, lo que se traduce en una aparición más rápida, por lo que es ideal para aplicaciones en las que se desean efectos rápidos (por ejemplo, bebidas o tinturas sublinguales).